domingo, 1 de mayo de 2011

MADRE


Mi primer recuerdo…

Me recuerdo caminando aún con pasos vacilantes, contemplando mis piernas que apenas eran capaces de sujetarme de pie en la subida de un camino de tierra, llevando una trompeta de juguete plástico en mi mano izquierda -de un color que no logro recordar, aunque sé que era algo vivo y brillante, pero bien pudiera ser verde como amarilla o naranja-, y recuerdo que iba cogido de tu mano.

Nos dirigíamos a aquel palomar que teníamos por aquel entonces en el pueblecito de Cardona, donde había un gran cofre donde guardábamos algunos juguetes. Y recuerdo la fascinación que sentía cada vez que habríamos la tapa de aquel baúl, que yo ni siquiera capaz de levantar si no era con tu ayuda. No recuerdo siquiera ya lo que había en su interior, sólo que la trompeta que sujetaba, formaba parte de aquel tesoro.

Es el primer recuerdo de mi vida que aún guardo en mi memoria.

Así, pues, no es tu rostro lo primero que recuerdo, madre, sino tu mano que me sujetaba cuando aún mis pasos eran vacilantes.

Tu mano…

Tu mano no deja de ser un símbolo, creo yo, de todo el apoyo que, junto a mi padre, me has brindado desde entonces.


Pero volvamos a los recuerdos…

De mis primeros recuerdos, guardo en la memoria aquellos interminables cuentos que nos contabas a Susana y a mí, que te ibas inventando sobre la marcha, hasta que conseguías que nos durmiéramos. Nos convertías, en parte, en personajes y cómplices de ellos, y eras capaz de improvisar nuevas salidas ha medida que nosotros te preguntábamos cosas sobre lo que nos contabas o añadíamos nuestras propias ideas o argumentos.

También recuerdo aquel día que te vi llegar por el camino de Cardona, y quedé conmocionado al descubrir que te habías cortado tu largo cabello. ¡Jajajajaja! Ahora me río al recordar que quedé conmocionado, aunque no por eso te quise mucho menos. Pero recuerdo que verte con el cabello corto me impresionó.

Mucho ha corrido desde entonces, pero creo que, en lo que son los sentimientos, nada ha cambiado. Puede que los pensamientos hayan evolucionado. Los haya incluso, racionalizado, pero en mi interior tú eres la persona que me crió y dio la vida. La persona que siempre estuvo a mi lado cuando estaba enfermo, que me ayudaba a hacer los deberes cuando lo necesitaba. La mujer que me enseñó a amar la vida; no sólo mi vida, y la de los otros seres humanos, sino la de todos los seres vivos, ya fueran animales o plantas. El ser humano que, con paciencia, escuchó mis primeros chistes e ideas delirantes, al que le conté mis alegrías y mis penas. La persona que, simplemente, me aceptó tal como soy, y me decía cuando creía que obraba bien o mal.

En fin, si empezase a contar todas las historias y anécdotas que hemos vivido y compartido juntos, nunca acabaría. Pero todo eso no hace falta que lo explique porque todo eso ya lo sabes. Tú formas parte de mi historia.

Tan sólo quería escribirte para decirte “¡Te quiero!”... y a pesar de todo, sé que esas dos palabras nunca serán suficiente para agradecerte todo lo que me has dado.


Dedicado a mi madre, como no podía ser de otro modo...

3 comentarios:

  1. Felicidades a tu madre por esta oda en su honor, y a todas las madres, que aunque no sepamos expresarlo así de bien, lo tuyo es un sentimiento generalizado. Un beso!

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  2. Veo que eso de inventar cuentos para los hijos viene de familia. Un beso!!!

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  3. Te felicito desde Argentina, mi madre es como la tuya, y como muchísimas madres de todo el mundo, un día como muchos otros días mi mamá volvió del trabajo con una bolsa de pan preparó un mate cocido para tres, mi hermano, mamá y yo, y nos sentamos al mesa,mamá era el único sostén de esa familia de tres, uno mas de los miles de matrimonios hoy separados, había dos panes, uno lo colocó frente mío y otro frente a mi hermano, le pregunté si quería y me respondió, no tengo hambre, luego pasaron los años y comprendí que no es que no tuviera hambre sino que lo único que había para comer, se lo dio a sus hijos, Y eso es una gran madre, así como tu cuentas de la tuya, felicitaciones me llegó al corazón. Hoy tengo un buen pasar y se lo debo a esa madre que dedico su vida por mi. Mamá te Quiero Mucho también.

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