miércoles, 31 de octubre de 2012

EL ORIGEN Y LA LEYENDA DE JACK-O'-LANTERN.


Jack-o’-Lantern es uno de los nombres más populares con el que se designa una de las figuras simbólicas más emblemáticas de Halloween, las famosas calabazas de trético rostro en cuyo interior arde una vela que le hace brillar siniestramente los ojos. Tradicionalmente ahuecadas y talladas a mano, estas calabazas actúan como un fanal. Sin embargo, más allá de eso, detrás de ese nombre –Jack-o’-Lantern-, existen una gran cantidad de leyendas populares que nos hablan de misteriosos fuegos fatuos dotados de vida propia, y de ciertos personajes más concretos: almas condenadas, todas ellas, a vagar sobre la tierra, pues su entrada ha sido negada tanto en los cielos como en los infiernos. Descubramos parte de la leyenda...


LOS FUEGOS FATUOS

Un fuego fatuo (del latín ignis fatuus) es un fenómeno natural consistente en la aparente inflamación del aire a partir de la materia orgánica en descomposición. Esta inflamación se debe, principalmente, a la oxidación espontánea del fósforo desprendido de los vegetales y animales muertos que, al descomponerse, liberan el fósforo contenido en la materia orgánica; éste, al tomar contacto con el oxígeno atmosférico, se oxida rápidamente emitiendo una pálida luz semejante a una pequeña y pálida llama en el proceso, que pueden variar de color, forma y duración según las condiciones reinantes, pudiéndose incluso desplazarse, generalmente a una corta distancia del suelo o de las aguas donde aparece.


La aparición de  fuegos fatuos es habitual en zonas pantanosas o cementerios, donde la materia orgánica en descomposición abunda, y posiblemente por ese motivo se los tenía por las almas de personas fallecidas, dando origen a diversos mitos y leyendas alrededor de la  mayor parte del mundo.

En las Islas Británicas, los fuegos fatuos son conocidos tradicionalmente por diversos nombres: will-o’-the-wisp, hinkypunk, hobby lantern… o jack-o’-lantern, - que es el nombre, precisamente, del personaje que hablaremos en este artículo-; a todos ellos se les atribuía un carácter sobrenatural.

STINGY JACK: LA LEYENDA DEL ORIGEN DE JACK-O’-LANTERN

Cuenta la leyenda –una de las muchas que circulan-, que muchos años atrás, en una lejana Noche de Brujas (la noche que transcurre durante el 31 de octubre y el 1 dde noviembre), cierto borracho irlandés con fama de timador, tramposo y embaucador al que la gente llamaba Stingy Jack (Jack el Tacaño) –y al que también se le conoce como Jack the Smith (Jack el Herrero), Drunk Jack (Jack el Borracho) y Jack of the Lantern (Jack del Farol) según quién cuente la historia-  tuvo la mala fortuna de encontrarse con el Diablo.

Parece ser que el Diablo, una noche fatídica, escuchó la historia de las malas acciones de Jack y su lengua de plata, capaz de embaucar al más listo. Envidioso de que alguien pudiese superarlo en ese aspecto, y no convencido de la veracidad de esos rumores, el Diablo fue a averiguar por sí mismo si Jack estaba a la altura de su infame reputación y, si así fuese, llevarse su oscura alma al Infierno.

Aquella noche, Jack estaba borracho y vagando por el campo, cuando topó con una misteriosa figura en medio del empedrado camino por el que deambulaba. Aquel ser, que tenía una mueca extraña en su cara, resultó ser el Diablo. Jack se dio cuenta rápidamente de que era su sombrío final, y que el Diablo había venido a recoger su malograda alma.


Jack, viéndose atrapado, pidió un último deseo al Diablo a cambio de su alma, y éste fue que pudiese hacer un último trago de cerveza en una taberna.

No viendo ningún motivo para negarse a su demanda, el Diablo llevó a Jack a una taberna para que bebiese tanta cerveza como quisiera. Llegado el momento de pagar, para sorpresa del Diablo, Jack le dijo que él pagase la cuenta, y como éste no llevaba dinero encima, lo convenció para que se convirtiera en una moneda de plata con la que pagar el camarero. Cuando el Diablo así lo hizo, transformándose en una moneda; Jack, harto tacaño como era, metió rápidamente la moneda en su bolsa, monedero o bolsillo (según quién lo cuente), donde llevaba grabada una cruz o en cuyo interior guardaba un crucifijo. Y la presencia de esa sagrada forma impidió que el Diablo pudiese recuperar su aspecto original, ni salir de la bolsa, monedero o bolsillo (según sea el caso). Jack decidió no dejarlo escapar hasta que el Diablo le prometiera no pedirle su alma en los diez siguientes años, a término de cuyo plazo accedería. El Diablo no tuvo más remedio que concederle su reclamación.

Pasado el plazo de los diez años, Jack se reunió nuevamente con el Diablo en el campo. El Diablo iba preparado para llevarse su alma pero Jack, viendo un manzano allí cerca, pensó muy rápido y dijo: “Iré de buena gana (al Infierno), pero antes de hacerlo, ¿me traerías la manzana que está en ese árbol por favor?”

El Diablo pensó que no tenía nada que perder, y decidió concederle un último deseo al condenado, y de un salto subió a la copa del árbol, pero antes que se diese cuenta, Jack había tallado una cruz en el tronco (o dispuso diversos crucifijos alrededor del árbol, según otra versión), de modo que el Diablo no podía bajar, y estando en éstas Jack le obligó a prometer que jamás le pediría su alma nuevamente.

Al Diablo, una vez más, no le quedó más remedio que aceptar.

Años más tarde, Jack murió, pero al subir al Cielo, San Pedro le negó la entrada, pues durante su vida había sido golfo, borracho, estafador y pendenciero, así que acudió al Infierno.

Sin embargo, cuando intentó entrar en el Infierno, el Diablo tuvo que enviarlo de vuelta, puesto que como le había prometido, no podía tomar su alma. “¿A dónde iré ahora?”, se preguntó Jack, y el Diablo le contestó: “Vuelve por donde viniste.”

El camino de regreso era oscuro y se levantó un terrible viento no le dejaba ver nada. El Diablo le lanzó a Jack entonces un carbón encendido directamente del Infierno, para que se guiara en la oscuridad, y Jack lo puso en el interior de un nabo (o calabaza, según las versiones más tardías) que llevaba con él, para que no se apagara con el viento. Y este nabo (o calabaza) es el tenebroso candil, farol o linterna de Jack.


Otra versión de la historia cuenta que Jack estaba siendo perseguido por algunos aldeanos a quienes había robado cuando se encontró con el Diablo, quien le dijo que había llegado el momento de su muerte. Sin embargo, el ladrón retrasó su suerte tentando al Diablo a castigar a los aldeanos que lo perseguían alegando que eran fieles a Dios. Jack le dijo al Diablo -que como es bien sabido puede transformarse en cualquier cosa- que se convirtiera en una moneda con la cual pagaría por los bienes robados; así, cuando la moneda (o sea, el Diablo) desapareciese, los aldeanos se pelearían entre sí creyendo que se la habrían robado uno a otro. El Diablo accedió a la propuesta: se convirtió en una moneda de plata y saltó al saco que Jack llevaba, solo para encontrarse junto a una cruz que el ladrón había también robado en la aldea. Jack cerró bien el bolso y la cruz privando al Diablo de sus poderes; y así lo atrapó. En ambos mitos, Jack solo deja ir al Diablo cuando éste accede a no llevarse jamás su alma. Después de un tiempo Jack muere, como cualquier otro ser viviente. Por supuesto, su vida había sido demasiado pecaminosa como para poder entrar al Cielo; no obstante, el Diablo había prometido no llevarse su alma, y así queda también fuera del infierno. Ahora Jack no tenía adonde ir. Se preguntó cómo podría ver a donde iba, ya que no tenía luz alguna, y el Diablo le arrojó, a modo de burla, una brasa que nunca dejaría de arder con el fuego del infierno. Jack ahuecó uno de sus nabos (su comida favorita), puso la brasa en su interior y comenzó a vagar eternamente y sin rumbo por todo el mundo para encontrar un lugar donde finalmente descansar. Entonces pasó a ser conocido como Jack of the Lantern, abreviado como Jack-o’-Lantern (“Jack del candil”, “Jack de la linterna” o “Jack del farol”). La linterna de Jack en Irlanda y Escocia era un nabo tallado con la supuesta cara tenebrosa de Jack, que solían colocar en las ventanas para ahuyentar al Diablo y a todo espíritu maligno de sus hogares, y estaba asociado a los fuegos fatuos (tal como sucede con Will-o’-Wisp)

Las leyendas de Jack-o’-Lantern tiene muchas otras versiones y variantes; algunas incluyen un “hombre sabio y bueno”, o incluso a Dios mismo ayudando a Jack a prevalecer sobre el Diablo. Otras variantes del acuerdo entre Jack y el Diablo dicen que el trato era solo temporal pero el Diablo, avergonzado y vengativo, niega la entrada de Jack al Infierno después de que este muera. En unas pocas, Jack es considerado un hombre codicioso y es rechazado tanto en el Cielo como en el Infierno, sin que el Diablo aparezca siquiera en la historia. En otras versiones, Dios le da a Jack el nabo con el que fábrica su candil. Por último, una variante afroamericana sostiene que Jack, llamado Gran Dieciséis, consigue matar al Diablo, siendo posteriormente rechazado en el infierno por la viuda del mismo.


Finalmente, con el paso del tiempo, el farol de Jack-o’-Lantern a pasado en convertirse en su propia cabeza, y en la imaginería popular actual, así como en la mayoría de ilustraciones que vemos de él hoy en día, se lo presenta como un espíritu con una calabaza de ojos llameantes por cabeza.

LAS CALABAZAS (Y NABOS) DE HALLOWEEN

Ya desde la antigüedad, los nabos eran una hortaliza de gran importancia para la alimentación humana de los antiguos pobladores de Europa, y era uno de los productos de consumo diario más frecuentes, y así fue hasta la llegada de la patata. Entre los pueblos célticos, y la antigua Gran Bretaña e Irlanda, existía la costumbre de ahuecar nabos y remolachas para construir faroles en cuyo interior introducían velas o brasas que, de este modo, quedaban resguardadas del viento. No existen pruebas fehacientes, sin embargo, que indiquen que estos faroles estuviesen ligados o fuesen usados en tradición religiosa ninguna. Aunque de lo que no cabe duda es que, originalmente, el farolillo de Jack-o’-lantern consistía en un nabo hueco en cuyo interior el Diablo (o Dios) introducía una vela o unas brasas, y así lo confirman diferentes variedades de la leyenda.


En el siglo XVI las calabazas se introdujeron en Europa, pero tardaron mucho en popularizarse, siendo, debido a la facilidad de su cultivo, utilizadas, principalmente, como alimento para los animales. Tampoco existe constancia alguna que es esos tiempos se utilizasen calabazas a modo de farol.

A mediados del siglo XVIII, los emigrantes irlandeses empiezan a llegar a América llevando con ellos buena parte de su cultura, su folklore y sus tradiciones. Durante las celebraciones de Todos los Santos empiezan a usar calabazas para hacer faroles, ya que éstas son mucho más grandes y fáciles de ahuecar que los nabos, y, con diferencia, mucho más abundantes. De hecho, parece ser que cuando esta tradición fue transmitida a Estados Unidos, no existía una abundante plantación de nabos o remolachas, pero en cambio sí que había un exceso de calabazas, por lo que los Norteamericanos decidieron tomar esta hortaliza para hacer las jack-o’-lantern (que aún no recibían este nombre).

En un primer momento la fiesta sufre una fuerte represión por parte de las autoridades de Nueva Inglaterra, de arraigada tradición luterana, pero no desaparece ni se puede erradicar, debido a la constante llegada de irlandeses procedentes de Europa.

No sería hasta 1837, sin embargo, que el término jack-o’-lantern se aplicaría a los faroles hechos con vegetales, comenzando éstos a asociarse específicamente a Halloween a partir de 1866. Y sería precisamente en Norteamérica donde se originaría la conexión entre el jack-o’-lantern y Halloween.


A finales del siglo XIX, los Estados Unidos reciben una nueva oleada de inmigrantes irlandeses. La fiesta irlandesa, entonces, se mezcla con otras creencias nativas y en la secuela colonial, el Halloween incluye entre sus tradiciones la conocida leyenda de Jack-o-lantern, bautizando a la calabaza como “Jack el que vive en la lámpara” o, como se conoce actualmente, “Jack-O’-Lantern”. Esta leyenda tiene su origen un irlandés taciturno y pendenciero llamado Jack, quien una noche de 31 de Octubre se tropezó con el mismísimo Diablo. Desde entonces comenzó a extenderse la leyenda negra de Jack-o’-Lantern y, con ella, el tenebroso candil de Jack.

MÁS ALLÁ DE LAS LEYENDAS

Más allá de lo pintoresco de estas leyendas, el uso del término “jack-o’-lantern” ya era conocido a mediados del siglo XVIII y, originalmente, con esta palabra, se refiría a los vigilantes nocturnos o serenos que iban equipados con un farol. Más tarde, esta palabra se aplicaría al fenómeno de los fuegos fatuos (conocidos como will-o’-the-wisp en la mayoría de tierras británicas), para convertirse en productos de leyenda y, posiblemente, a partir de aquí, aparecerían personajes más concretos que recibirían este nombre.

A partir de aquí, Jack-o’-Lantern (que podríamos traducir como “Jack del Candil”, “Jack del Farol” o “Jack de la Linterna”) pasa a convertirse en una de las figuras simbólicas más emblemáticas de la fiesta de Halloween, representada por la famosa calabaza de rostro trético y ojos brillantes tallada a mano, que representa a un fuego fatuo en su versión más folklorica, esto es, como un ser fantasmal dotado de vida, o bien, directamente a Stingy Jack, un alma condenada legendaria.



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martes, 30 de octubre de 2012

ALGUNAS TRADICIONES SOBRE EL MUNDO DE LOS MUERTOS: SAMHAIN, NOCHE DE DIFUNTOS Y HALLOWEEN.


Puede que ya mucha gente no lo recuerde –especialmente entre los más jóvenes– pero años atrás, antes de la llegada de Halloween de mano de la globalización, en nuestras tierras se celebraba la Noche de Difuntos. Puede ser que ésta no fuese tan colorida y animada como lo es la noche de Halloween –al contrario, solía ser una fiesta más dedicada al recogimiento-, pero que sí tenía un rasgo en común con ella: la tradición contar historias de miedo alrededor del fuego de una chimenea o una hoguera, o bien, cuando ésta ya no existía, recogidos en reunión en alguna alcoba donde pudieran resguardarse todos aquellos que celebrasen esta festividad juntos, con las luces tenues o apenas iluminados con unas pocas velas; y entre estas historias de miedo y leyendas de terror (sustituidas en la actualidad por películas de terror de todo género) las principales se centraban, especialmente, en lúgubres y siniestros cuentos de aparecidos y difuntos, espíritus y fantasmas, así como de muertos que regresaban con sus cuerpos a la vida, ya fuera buscando el perdón o la venganza... Sin embargo, los orígenes de esta fiesta se remontan a mucho años atrás...


SAMHAIN

Samhain era la festividad más importante entre la cultura celta hasta la conversión de esta cultura al cristianismo. En los idiomas gaélicos, Samhain es la palabra para que designa el mes de noviembre, y puede traducirse como “fin del verano”.


Antiguamente, en las fechas comprendidas entre el 5 y el 7 de noviembre (o sea, la mitad del equinoccio de otoño y el solsticio de invierno), los celtas celebraban el Samhain, una serie de festividades que marcaban el fin de la temporada de cosecha, que duraban una semana, y finalizaba con la fiesta de los espíritus, dando con ello por iniciado el año nuevo celta, que comenzaba con el primer mes de la estación oscura, Samonios.

El calendario celta, que era un calendario lunar, dividía el año en dos partes, la mitad oscura, que empezaba en el mes de Samonios (con la lunación de octubre-noviembre), y la mitad clara, que empezaba en el mes de Giamonios (la lunación de abril-mayo). Todos los meses celtas comenzaban con la luna llena y la celebración del año nuevo tomaba lugar durante las tres noches de Samonios, durante la luna llena más cercana entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno.

Así pues, Samhain se convertía en una fiesta de transición del paso de un año a otro, así como, a su vez, en la transición y apertura de paso de un mundo a otro. Este otro mundo celta era a la vez el mundo de los muertos como el mundo de los espíritus. Para ellos, el lugar de los espíritus era un lugar de felicidad perfecta en la que no había hambre ni dolor, considerando que los espíritus de los ancestros acudían en esa fecha a visitar sus antiguos hogares y a sus descendientes. Durante este tiempo los sacerdotes druidas entraban en comunión con los espíritus de los difuntos y antepasados, que en esta fecha tenían autorización para caminar entre los vivos, esperando ser guiados de esta vida hacia la otra vida inmortal. Para mantener a los espíritus contentos y a la vez alejar a los malos espíritus de sus hogares, los antiguos celtas dejaban comida fuera del su hogar: una tradición que iría evolucionado con el paso de los años, hasta convertirse en el famoso “Truco o trato” (“Trick o treat”, cuya traducción más literal sería algo así como “Travesura o regalo”) de la fiesta de Halloween actual, donde los niños van de una casa a otra disfrazados de monstruos y fantasmas buscando golosinas.

A pesar de ello, en la actualidad, el Samhain continúa celebrándose entre los seguidores de algunos movimientos neopaganos, como la wicca y el druidismo.

LA NOCHE DE DIFUNTOS

La Noche de Difuntos se celebraba durante la noche del 1-2 de noviembre, es decir, era la noche que transcurría entre el Día de todos los Santos (01 de noviembre), y la Conmemoración de los Fieles Difuntos o Día de Difuntos (02 de noviembre), aunque actualmente las actividades más seculares de esta noche parecen ir derivando a la noche anterior, que transcurre entre 31 de octubre y el 1 de noviembre, que es la festividad que en realidad corresponde a Halloween. El origen de la Noche de Difuntos está a medio camino de la antigua religión romana y el Samhain.


Después de que los romanos conquistaran gran parte de los territorios celtas, estos influenciaron el mundo céltico con sus festivales a la diosa romana de la cosecha, Pomona, así como con sus propios rituales de culto a los antepasados, que involucraban a espíritus tales como los lares (las almas benevolentes de los antepasados que protegían a la familia), los manes (almas de los muertos que suponía que erraban de un lugar a otro a manera de sombras) y los lémures (las almas inquietas y horribles de los hombres malvados, que se dedicaban a hacer el mal), o bien a los genios (espíritus protectores, análogos a los ángeles guardianes cristianos) y los penates (espíritus protectores de los almacenes de la casa).

Más tarde, con la cristianización del Imperio Romano, y más tarde con la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476, los cristianos calificarían las celebraciones celtas como prácticas heréticas y paganas, destruyendo bajo este pretexto gran parte de su cultura, monumentos y tradiciones, para afianzar de este modo su dominio político y social sobre las tierras convertidas a la nueva religión. De este modo, se demonizarían buena parte de sus creencias, al tiempo que algunos de sus ritos serían adaptados a su religión, convirtiéndolos al cristianismo. Así, la festividad del Samhain se convirtió en el día de Todos los Santos, de donde deriva el nombre inglés de Halloween.

Según la tradición, en la Noche de Difuntos no era seguro deambular por zonas despobladas, cementerios ruinas ni descampados, ya que durante la noche hacían aparición las almas de los muertos y difuntos, especialmente, las almas en pena, ya fueran provenientes del Purgatorio, o bien del mismo Infierno. Por esta razón, era mejor permanecer en casa o bajo techo, rezando y velando por las almas de los difuntos de la familia.

Era tradición, esa noche, contar historias y leyendas sobre apariciones, fantasmas, comitivas de muertos, espíritus y almas condenadas, y no era raro que en algunas de esas historias se narrasen horribles crímenes, pactos con el Demonio y todo tipo de lúgubres  cuentos relacionados con la muerte.

HALLOWEEN

En las Islas Británicas, la Víspera de Todos los Santos –que se celebraba en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre-, sería conocida como “All Hallows' Eve” cuya pronunciación iría cambiando con el tiempo, pasando primero por “All Hallowed Eve”, para cambiar posteriormente a “All Hallow Een”, que terminaría por convertirse en la palabra que hoy conocemos como Halloween.


Halloween es una fiesta de tradicional de origen celta, que se celebraba principalmente en Irlanda y Reino Unido, aunque se extendería y popularizaría enormemente en Estados Unidos a través de los inmigrantes irlandeses que transmitieron versiones de su tradición a América del Norte durante la gran hambruna irlandesa de 1840. A partir de ahí, la fiesta se extendería a Canadá y algunos países no anglosajones como México y Colombia, pasando, en fechas mucho más recientes, y principalmente a causa de la globalización, a muchos otros países, como Australia, Nueva Zelanda o España, donde poco a poco va desplazando a la Noche de Difuntos tradicional, que se celebra durante la noche del 1-2 de noviembre. A pesar de, en sus inicios, ser una fiesta religiosa, con el paso del tiempo Halloween ha pasado a convertirse en una fiesta totalmente secular, al contrario que el Samhain o la Noche de Difuntos.

Entre las actividades más típicas de Halloween , tenemos el famoso vaciado de calabazas (que originalmente, en las antiguas tradiciones, se hacía con nabos, en cuyo interior se introducían velas) para darles el siniestro aspecto de Jack-o’-Lantern, las fiestas de disfraces –que, por tradición, en esta época se circunscriben principalmente a fantasmas, brujas, monstruos, espíritus y todo tipo de criaturas siniestras-, la famosa actividad de “Truco o trato”, así como, cuando la ley lo permite, la construcción de hogueras, visitas a casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.


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lunes, 29 de octubre de 2012

EL MONTE DE LAS ÁNIMAS, de Gustavo Adolfo Bécquer.

Nota: Aquí os regalo una de las lúgubres leyendas que nos dejó como legado Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), uno de los escritores y poetas románticos españoles por excelencia. Una leyenda ambientada en la lúgubre Noche de Difuntos...



La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria.

Intenté dormir de nuevo; ¡imposible! Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda. Por pasar el rato me decidí a escribirla, como en efecto lo hice.

Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza con miedo cuando sentía crujir los cristales de mi balcón, estremecidos por el aire frío de la noche.

Sea de ello lo que quiera, ahí va, como el caballo de copas.

I


-Atad los perros; haced la señal con las trompas para que se reúnan los cazadores, y demos la vuelta a la ciudad. La noche se acerca, es día de Todos los Santos y estamos en el Monte de las Ánimas.

-¡Tan pronto!

-A ser otro día, no dejara yo de concluir con ese rebaño de lobos que las nieves del Moncayo han arrojado de sus madrigueras; pero hoy es imposible. Dentro de poco sonará la oración en los Templarios, y las ánimas de los difuntos comenzarán a tañer su campana en la capilla del monte.

-¡En esa capilla ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?

-No, hermosa prima; tú ignoras cuanto sucede en este país, porque aún no hace un año que has venido a él desde muy lejos. Refrena tu yegua, yo también pondré la mía al paso, y mientras dure el camino te contaré esa historia.

Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos; los condes de Borges y de Alcudiel montaron en sus magníficos caballos, y todos juntos siguieron a sus hijos Beatriz y Alonso, que precedían la comitiva a bastante distancia.

Mientras duraba el camino, Alonso narró en estos términos la prometida historia:

-Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los Templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del río. Los Templarios eran guerreros y religiosos a la vez. Conquistada Soria a los árabes, el rey los hizo venir de lejanas tierras para defender la ciudad por la parte del puente, haciendo en ello notable agravio a sus nobles de Castilla; que así hubieran solos sabido defenderla como solos la conquistaron.

Entre los caballeros de la nueva y poderosa Orden y los hidalgos de la ciudad fermentó por algunos años, y estalló al fin, un odio profundo. Los primeros tenían acotado ese monte, donde reservaban caza abundante para satisfacer sus necesidades y contribuir a sus placeres; los segundos determinaron organizar una gran batida en el coto, a pesar de las severas prohibiciones de los clérigos con espuelas, como llamaban a sus enemigos.

Cundió la voz del reto, y nada fue parte a detener a los unos en su manía de cazar y a los otros en su empeño de estorbarlo. La proyectada expedición se llevó a cabo. No se acordaron de ella las fieras; antes la tendrían presente tantas madres como arrastraron sendos lutos por sus hijos. Aquello no fue una cacería, fue una batalla espantosa: el monte quedó sembrado de cadáveres, los lobos a quienes se quiso exterminar tuvieron un sangriento festín. Por último, intervino la autoridad del rey: el monte, maldita ocasión de tantas desgracias, se declaró abandonado, y la capilla de los religiosos, situada en el mismo monte y en cuyo atrio se enterraron juntos amigos y enemigos, comenzó a arruinarse.

Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos. Por eso en Soria le llamamos el Monte de las Ánimas, y por eso he querido salir de él antes que cierre la noche.

La relación de Alonso concluyó justamente cuando los dos jóvenes llegaban al extremo del puente que da paso a la ciudad por aquel lado. Allí esperaron al resto de la comitiva, la cual, después de incorporárseles los dos jinetes, se perdió por entre las estrechas y oscuras calles de Soria.

II


Los servidores acababan de levantar los manteles; la alta chimenea gótica del palacio de los condes de Alcudiel despedía un vivo resplandor iluminando algunos grupos de damas y caballeros que alrededor de la lumbre conversaban familiarmente, y el viento azotaba los emplomados vidrios de las ojivas del salón.

Solas dos personas parecían ajenas a la conversación general: Beatriz y Alonso: Beatriz seguía con los ojos, absorta en un vago pensamiento, los caprichos de la llama. Alonso miraba el reflejo de la hoguera chispear en las azules pupilas de Beatriz.

Ambos guardaban hacía rato un profundo silencio.

Las dueñas referían, a propósito de la noche de difuntos, cuentos tenebrosos en que los espectros y los aparecidos representaban el principal papel; y las campanas de las iglesias de Soria doblaban a lo lejos con un tañido monótono y triste.

-Hermosa prima -exclamó al fin Alonso rompiendo el largo silencio en que se encontraban-; pronto vamos a separarnos tal vez para siempre; las áridas llanuras de Castilla, sus costumbres toscas y guerreras, sus hábitos sencillos y patriarcales sé que no te gustan; te he oído suspirar varias veces, acaso por algún galán de tu lejano señorío.

Beatriz hizo un gesto de fría indiferencia; todo un carácter de mujer se reveló en aquella desdeñosa contracción de sus delgados labios.

-Tal vez por la pompa de la corte francesa; donde hasta aquí has vivido -se apresuró a añadir el joven-. De un modo o de otro, presiento que no tardaré en perderte... Al separarnos, quisiera que llevases una memoria mía... ¿Te acuerdas cuando fuimos al templo a dar gracias a Dios por haberte devuelto la salud que viniste a buscar a esta tierra? El joyel que sujetaba la pluma de mi gorra cautivó tu atención. ¡Qué hermoso estaría sujetando un velo sobre tu oscura cabellera! Ya ha prendido el de una desposada; mi padre se lo regaló a la que me dio el ser, y ella lo llevó al altar... ¿Lo quieres?

-No sé en el tuyo -contestó la hermosa-, pero en mi país una prenda recibida compromete una voluntad. Sólo en un día de ceremonia debe aceptarse un presente de manos de un deudo... que aún puede ir a Roma sin volver con las manos vacías.

El acento helado con que Beatriz pronunció estas palabras turbó un momento al joven, que después de serenarse dijo con tristeza:

-Lo sé prima; pero hoy se celebran Todos los Santos, y el tuyo ante todos; hoy es día de ceremonias y presentes. ¿Quieres aceptar el mío?

Beatriz se mordió ligeramente los labios y extendió la mano para tomar la joya, sin añadir una palabra.

Los dos jóvenes volvieron a quedarse en silencio, y volviose a oír la cascada voz de las viejas que hablaban de brujas y de trasgos y el zumbido del aire que hacía crujir los vidrios de las ojivas, y el triste monótono doblar de las campanas.

Al cabo de algunos minutos, el interrumpido diálogo tornó a anudarse de este modo:

-Y antes de que concluya el día de Todos los Santos, en que así como el tuyo se celebra el mío, y puedes, sin atar tu voluntad, dejarme un recuerdo, ¿no lo harás? -dijo él clavando una mirada en la de su prima, que brilló como un relámpago, iluminada por un pensamiento diabólico.

-¿Por qué no? -exclamó ésta llevándose la mano al hombro derecho como para buscar alguna cosa entre las pliegues de su ancha manga de terciopelo bordado de oro... Después, con una infantil expresión de sentimiento, añadió:

-¿Te acuerdas de la banda azul que llevé hoy a la cacería, y que por no sé qué emblema de su color me dijiste que era la divisa de tu alma?

-Sí.

-Pues... ¡se ha perdido! Se ha perdido, y pensaba dejártela como un recuerdo.

-¡Se ha perdido!, ¿y dónde? -preguntó Alonso incorporándose de su asiento y con una indescriptible expresión de temor y esperanza.

-No sé.... en el monte acaso.

-¡En el Monte de las Ánimas -murmuró palideciendo y dejándose caer sobre el sitial-; en el Monte de las Ánimas!

Luego prosiguió con voz entrecortada y sorda:

-Tú lo sabes, porque lo habrás oído mil veces; en la ciudad, en toda Castilla, me llaman el rey de los cazadores. No habiendo aún podido probar mis fuerzas en los combates, como mis ascendentes, he llevado a esta diversión, imagen de la guerra, todos los bríos de mi juventud, todo el ardor, hereditario en mi raza. La alfombra que pisan tus pies son despojos de fieras que he muerto por mi mano. Yo conozco sus guaridas y sus costumbres; y he combatido con ellas de día y de noche, a pie y a caballo, solo y en batida, y nadie dirá que me ha visto huir del peligro en ninguna ocasión. Otra noche volaría por esa banda, y volaría gozoso como a una fiesta; y, sin embargo, esta noche... esta noche. ¿A qué ocultártelo?, tengo miedo. ¿Oyes? Las campanas doblan, la oración ha sonado en San Juan del Duero, las ánimas del monte comenzarán ahora a levantar sus amarillentos cráneos de entre las malezas que cubren sus fosas... ¡las ánimas!, cuya sola vista puede helar de horror la sangre del más valiente, tornar sus cabellos blancos o arrebatarle en el torbellino de su fantástica carrera como una hoja que arrastra el viento sin que se sepa adónde.

Mientras el joven hablaba, una sonrisa imperceptible se dibujó en los labios de Beatriz, que cuando hubo concluido exclamó con un tono indiferente y mientras atizaba el fuego del hogar, donde saltaba y crujía la leña, arrojando chispas de mil colores:

-¡Oh! Eso de ningún modo. ¡Qué locura! ¡Ir ahora al monte por semejante friolera! ¡Una noche tan oscura, noche de difuntos, y cuajado el camino de lobos!

Al decir esta última frase, la recargó de un modo tan especial, que Alonso no pudo menos de comprender toda su amarga ironía, movido como por un resorte se puso de pie, se pasó la mano por la frente, como para arrancarse el miedo que estaba en su cabeza y no en su corazón, y con voz firme exclamó, dirigiéndose a la hermosa, que estaba aún inclinada sobre el hogar entreteniéndose en revolver el fuego:

-Adiós Beatriz, adiós... Hasta pronto.

-¡Alonso! ¡Alonso! -dijo ésta, volviéndose con rapidez; pero cuando quiso o aparentó querer detenerle, el joven había desaparecido.

A los pocos minutos se oyó el rumor de un caballo que se alejaba al galope. La hermosa, con una radiante expresión de orgullo satisfecho que coloreó sus mejillas, prestó atento oído a aquel rumor que se debilitaba, que se perdía, que se desvaneció por último.

Las viejas, en tanto, continuaban en sus cuentos de ánimas aparecidas; el aire zumbaba en los vidrios del balcón y las campanas de la ciudad doblaban a lo lejos.

III


Había pasado una hora, dos, tres; la media noche estaba a punto de sonar, y Beatriz se retiró a su oratorio. Alonso no volvía, no volvía, cuando en menos de una hora pudiera haberlo hecho.

-¡Habrá tenido miedo! -exclamó la joven cerrando su libro de oraciones y encaminándose a su lecho, después de haber intentado inútilmente murmurar algunos de los rezos que la iglesia consagra en el día de difuntos a los que ya no existen.

Después de haber apagado la lámpara y cruzado las dobles cortinas de seda, se durmió; se durmió con un sueño inquieto, ligero, nervioso.

Las doce sonaron en el reloj del Postigo. Beatriz oyó entre sueños las vibraciones de la campana, lentas, sordas, tristísimas, y entreabrió los ojos. Creía haber oído a par de ellas pronunciar su nombre; pero lejos, muy lejos, y por una voz ahogada y doliente. El viento gemía en los vidrios de la ventana.

-Será el viento -dijo; y poniéndose la mano sobre el corazón, procuró tranquilizarse. Pero su corazón latía cada vez con más violencia. Las puertas de alerce del oratorio habían crujido sobre sus goznes, con un chirrido agudo prolongado y estridente.

Primero unas y luego las otras más cercanas, todas las puertas que daban paso a su habitación iban sonando por su orden, éstas con un ruido sordo y grave, aquéllas con un lamento largo y crispador. Después silencio, un silencio lleno de rumores extraños, el silencio de la media noche, con un murmullo monótono de agua distante; lejanos ladridos de perros, voces confusas, palabras ininteligibles; ecos de pasos que van y vienen, crujir de ropas que se arrastran, suspiros que se ahogan, respiraciones fatigosas que casi se sienten, estremecimientos involuntarios que anuncian la presencia de algo que no se ve y cuya aproximación se nota no obstante en la oscuridad.

Beatriz, inmóvil, temblorosa, adelantó la cabeza fuera de las cortinillas y escuchó un momento. Oía mil ruidos diversos; se pasaba la mano por la frente, tornaba a escuchar: nada, silencio.

Veía, con esa fosforescencia de la pupila en las crisis nerviosas, como bultos que se movían en todas direcciones; y cuando dilatándolas las fijaba en un punto, nada, oscuridad, las sombras impenetrables.

-¡Bah! -exclamó, volviendo a recostar su hermosa cabeza sobre la almohada de raso azul del lecho-; ¿soy yo tan miedosa como esas pobres gentes, cuyo corazón palpita de terror bajo una armadura, al oír una conseja de aparecidos?

Y cerrando los ojos intentó dormir...; pero en vano había hecho un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse más pálida, más inquieta, más aterrada. Ya no era una ilusión: las colgaduras de brocado de la puerta habían rozado al separarse, y unas pisadas lentas sonaban sobre la alfombra; el rumor de aquellas pisadas era sordo, casi imperceptible, pero continuado, y a su compás se oía crujir una cosa como madera o hueso. Y se acercaban, se acercaban, y se movió el reclinatorio que estaba a la orilla de su lecho. Beatriz lanzó un grito agudo, y arrebujándose en la ropa que la cubría, escondió la cabeza y contuvo el aliento.

El aire azotaba los vidrios del balcón; el agua de la fuente lejana caía y caía con un rumor eterno y monótono; los ladridos de los perros se dilataban en las ráfagas del aire, y las campanas de la ciudad de Soria, unas cerca, otras distantes, doblan tristemente por las ánimas de los difuntos.

Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz. Al fin despuntó la aurora: vuelta de su temor, entreabrió los ojos a los primeros rayos de la luz. Después de una noche de insomnio y de terrores, ¡es tan hermosa la luz clara y blanca del día! Separó las cortinas de seda del lecho, y ya se disponía a reírse de sus temores pasados, cuando de repente un sudor frío cubrió su cuerpo, sus ojos se desencajaron y una palidez mortal descoloró sus mejillas: sobre el reclinatorio había visto sangrienta y desgarrada la banda azul que perdiera en el monte, la banda azul que fue a buscar Alonso.

Cuando sus servidores llegaron despavoridos a noticiarle la muerte del primogénito de Alcudiel, que a la mañana había aparecido devorado por los lobos entre las malezas del Monte de las Ánimas, la encontraron inmóvil, crispada, asida con ambas manos a una de las columnas de ébano del lecho, desencajados los ojos, entreabierta la boca; blancos los labios, rígidos los miembros, muerta; ¡muerta de horror!

IV


Dicen que después de acaecido este suceso, un cazador extraviado que pasó la noche de difuntos sin poder salir del Monte de las Ánimas, y que al otro día, antes de morir, pudo contar lo que viera, refirió cosas horribles. Entre otras, asegura que vio a los esqueletos de los antiguos templarios y de los nobles de Soria enterrados en el atrio de la capilla levantarse al punto de la oración con un estrépito horrible, y, caballeros sobre osamentas de corceles, perseguir como a una fiera a una mujer hermosa, pálida y desmelenada, que con los pies desnudos y sangrientos, y arrojando gritos de horror, daba vueltas alrededor de la tumba de Alonso.

miércoles, 24 de octubre de 2012

La guía de SHERLOCK HOLMES (名探偵ホ) - Detectives, perros y steampunk.


"Sherlock Holmes" es una famosa adaptación del clásico detective del mismo nombre creado por sir Arthur Conan Doyle, creada conjuntamente por la compañía de animación japonesa Tokyo Movie Shinsha y la RAI, la compañía pública de radio y televisión italiana. Aunque en Sherlock Holmes y sus aventuras, la serie de este Sherlock Holmes canino (conocido como "Sherlock Hound" en los países anglófonos) son distintas a las de los relatos del personaje clásico, y transcurren en un mundo algo distinto al de éste.

Así, la característica principal de esta serie es que sucede en un mundo donde todos sus habitantes racionales son perros (sin que hagan referencia alguna a ello, ya que se supone que es el estado normal de las cosas) y está enmarcada en una sociedad de características victorianas con muchas reminiscencias de estilo steampunk. Y otra característica clave es el humor, que a menudo imita al de las viejas películas mudas especialmente en lo que a persecuciones de vehículos se refiere.


LOS PERSONAJES PRINCIPALES

Aunque en la serie de "Sherlock Holmes" abundan una gran multitud de personajes, y cada caso (o capítulo de la serie) tiene los suyos propios. ünicamente unos pocos, los personajes principales de la serie, aparecen en cada capítulo, o en la mayoría de ellos. A ellos haré referencia a continuación.

SHERLOCK HOLMES


Sherlock Holmes es alto, silencioso, inteligente y despreocupado. Tiene conocimientos en muchos campos de la ciencia, y le gusta hacer experimentos químicos, así como, en ocasiones, tocar el violín para relajarse. Usa su saber para ejercer como investigador privado. Siente un gran afecto por la señora Hudson, el ama de llaves de su casa, lo mismo que el Doctor Watson. Su archienemigo es el Profesor Moriarty, al cual nunca consigue atrapar, pero cuyos planes frustra en cada caso.

WATSON, DOCTOR


Watson es mucho más bajo y ancho que su amigo Sherlock Holmes, y a veces algo sarcástico. Es médico de profesión, y tras conocer a Holmes se instala en su misma casa, porque pasan a trabajar juntos como investigadores. Le acompaña en todas las aventuras que corre en la serie. Siente un especial afecto por la señora Hudson, cercano al enamoramiento.

MORIARTY, PROFESOR


Moriarty es un genio del crimen, un ladrón muy inteligente que prepara cuidadosos planes para conseguir lo que quiere, un maestro del disfraz y un gran inventor. Siempre se muestra burlón con su perseguidor de la policía, Lestrade, y sólo teme a Holmes cuando intenta realizar un robo. Tiene dos fieles secuaces, Todd y Smiley, que siguen sus órdenes al pie de la letra. Es un personaje con un gran ego: se cree el Napoleón del crimen, y en varias ocasiones, Holmes desbarata sus planes valiéndose de su vanidad. Parte de su gran ego se muestra a través de sus inventos, que a menudo llevan su insignia (una gran M), su retrato, o incluso emulan su efigie, así como en el hecho de que en algún caso haya querido construir en oro una gran escultura suya.

LESTRADE, INSPECTOR


Lestrade es el miembro de Scotland Yard que dirige todos los casos que aparecen en la serie. Suele colaborar con Holmes en su resolución, aunque le disgusta que participe en su trabajo y a menudo intenta atrapar a Moriarty antes que él. Se toma muy en serio la captura de Moriarty, como algo personal, pero nunca lo consigue del todo, y el villano escapa en todas las ocasiones. A pesar de estar disgustado con la participación de Holmes en sus casos, se muestra colaborador con éste cuando la misión lo requiere.

HUDSON, SEÑORA


La señora Hudson es la joven ama de llaves de la casa de Holmes y Watson. Es muy bella, diligente y simpática, y lleva la casa y el jardín con gran dedicación. Tanto Holmes como Watson sienten algo por ella, aunque nunca parece darse cuenta. Estuvo casada con Tim Hudson, piloto e ingeniero de aviones, pero éste pereció en un accidente de aviación. Ella, que hasta entonces era muy querida y conocida entre los pilotos por sus habilidades como excelente piloto, así como la conducción de coches de carreras, abandonó todo aquello, y pasó a dedicarse a su oficio actual como ama de llaves de Holmes.

TODD


Uno de los dos secuaces de Moriarty, que lleva a cabo el trabajo sucio en sus planes. Antes de entrar a su servicio, Todd y Smiley eran piratas (en el barco del primer episodio). Todd es el más pequeño y el más irascible y suele reprender a su compañero por sus acciones. Ambos suelen hacer el trabajo sucio en los planes de Moriarty, que normalmente les obligan a llevar disfraces variados.

SMILEY


Uno de los dos secuaces de Moriarty, que lleva a cabo el trabajo sucio en sus planes. Antes de entrar a su servicio, Todd y Smiley eran piratas (en el barco del primer episodio). Smiley es más alto y despistado, bastante simple a veces. Ambos suelen hacer el trabajo sucio en los planes de Moriarty, que normalmente les obligan a llevar disfraces variados.


LA AMBIENTACIÓN


Situadas en un hipotético Londres victoriano de algún momento indeterminado de finales del siglo XIX, buena parte de las aventuras de Sherlock Holmes ocurren en las calles de esta gran y cosmopolita ciudad inglesa, así como en su río, el Támesis. Sin embargo, también suceden en zonas limítrofes de la ciudad, en pequeñas villas y palacios, así como en muchos otros lugares.


Así, a lo largo de la serie, algunas aventuras sucederán en otros lugares del suelo británico, desde los acantilados de Dover (El caso de "Los acantilados de Dover") a otros terrenos más rurales y agradables de la campiña inglesa, hasta el mismísimo Loch Ness. Del mismo modo, dando un paso más allá, en algunas ocasiones, y yendo más allá de las costas inglesas, algunas aventuras suceden en el mar, entre naves acorazadas, veleros o aviones (El caso de "El tesoro sumergido"), o en la misma Ámsterdam, en los Países Bajos (El caso de "La maravillosa máquina voladora").


Y aunque no es demasiado habitual, en alguna ocasión se nos llegará a introducir en algunas zonas industrializadas claramente pobres, sucias y decadentes, como es el caso del ficticio Gillmore Valley (El caso de "Las monedas desaparecidas"), un valle escocés que está atestado de fábricas humeantes, pobreza y suciedad, dejando claras algunas diferencias sociales de la era industrial.


Este es un aspecto que, aunque se toca poco en la serie, suele ser habitual en el género steampunk más oscuro, que frecuentemente se recrea más en la gris industrialización, con sus fábricas sedientas de carbón, sus chimeneas humeantes y sus calles sucias y embarradas.


Calles estrechas y oscuras atestadas de gente que malvive por un mísero sueldo, mientras otros se enriquecen a sus expensas.


Aunque las diferencias sociales no son muy patentes en la serie, excepto en contadas ocasiones, como es el caso de Gillmore Valley, por lo general los personajes que aparecen pueden enmarcarse fácilmente dentro de lo que sería la clase alta o media de la época (nobles, militares, comerciantes y demás), aunque también pueden verse retratados algunos pocos miembros de la clase social baja, como es el caso de obreros, soldados, vendedores de periódicos, pilluelos callejeros, etc.


Otro aspecto que puede despertarnos el sentido de maravilla es la aparición de diversos palacios, villas y edificios en medio de una naturaleza esplendorosa y verde, a veces con hermosas obras de arquitectura.
 

Un importante papel dentro de esta serie lo juegan los elementos tecnológicos e industriales de la época, especialmente en lo que se refiere a vehículos terrestres, aéreos o marinos, así como todo tipo de maquinaria relacionada con la industria (especialmente la metalurgia), y dando un paso más allá aún, diversos elementos del steampunk, especialmente en lo que a las invenciones del Profesor Moriarty se refiere. Sobre ellos nos extenderemos ampliamente más abajo.


SHERLOCK HOLMES: UNIVERSO STEAMPUNK

A lo largo de la serie, y prácticamente en cada episodio, aparecen diversos elementos característicos del género steampunk -más allá de la ambientación victoriana-, evidentes, sobretodo, en los inventos del profesor Moriarty, así como en las frecuentes apariciones de vehículos mecánicos, ya sean terrestres, acuáticos o aéreos. Más allá, otros elementos -mecánicos y no mecánicos- como pueden ser los trajes de buzo, gafas protectoras (conocidas como "googles" entre los aficionados al género), relojes de bolsillo, gramófonos, esculturas mecánicas y otros extraños artilugios, vienen a completar estos elementos tan comunes en el steampunk. A continuación mostraremos algunos de ellos...

ACORAZADOS


Aunque aparecen sólo en unas pocas ocasiones (los casos de "Las cuatro firmas" y "El tesoro sumergido"), estas poderosas naves de guerra impresionan no ya sólo por su aspecto acorazado, sino por sus poderosas armas, unos enormes cañones de gran potencia, pudiéndose considerar, posiblemente, las máquinas de guerra más poderosas de la época.


En "El tesoro sumergido" aparece una gran acorazado de proporciones gigantescas navegando por el Támesis, algo jamás visto en el mundo real, que sin embargo es fácilmente abatido por un torpedo lanzado por el Profesor Moriarty desde un pequeño submarino.


En las escenas que se nos muestran los detalles del navío, uno queda impresionado por la gran cantidad de cañones que éste posee, pareciendo una verdadera montaña blindada.


Más impresionados quedamos aún cuando, al hundirse, del interior de la nave aparece una miríada de marinos luchando por permanecer a flote. Sin duda una de las escenas más hilarantes de la serie.


A pesar de todo, a lo largo de estos dos casos, como vemos, se pueden observar distintos tipos de naves acorazadas o destructores.


ATRAPANAVES SUBMARINO (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en el caso de "El monstruo del Támesis". Es una monstruosa máquina anfibia -una de las mayores máquinas construidas por Moriarty, de hecho- que circula bajo las aguas del río Támesis con la ayuda de un recorrido de raíles subacuáticos. Posee unos poderosos focos que son utilizados a semejanza de unos brillantes ojos, y un par de garras mecánicas extensibles terminadas en pinza capaces de destrozar la estructura de los grandes veleros mercantes que asalta. Al principio del caso es tomada por una extraña bestia acuática, y así sale publicado en los periódicos.


AUTOMÓVILES


A lo largo de toda la serie de "Sherlock Holmes" vemos una gran cantidad de automóviles recorriendo las ciudades y los campos de una mundo victoriano incipiente, donde los carromatos tirados por animales aún tan frecuentes, sino más frecuentes, que los propios vehículos de motor.


Aunque en ocasiones algunos de estos vehículos alcanzan velocidades notables, no todos ellos tiene la misma velocidad ni la misma resistencia, y todos son propensos a sufrir accidentes y averías.


En esta peculiar serie, los vehículos de motor son notables porque, en ocasiones, cargan con una gran cantidad de individuos, que va mucho más allá de la capacidad normal de éstos automóviles. Esto se hace especialmente evidente en las persecuciones policiales, donde a veces un pequeño camión furgón de la policía es capaz de llevar una gran cantidad de agentes de Scotland Yard, al estilo de las viejas películas de humor mudas.


Entre los muchos modelos que aparecen, hay pequeños vehículos de dos plazas -como el de Holmes-, modelos más deportivos, que suelen ser más largos y con motores más poderosos, también de dos plazas, y otros coches más clásicos, con cuatro plazas. Algunos de ellos son coches descubiertos, otros descapotables, y otros coches cubiertos.


El cuerpo policial de Scotland Yard hace gala de poseer varios tipos de vehículos distintos: coches oficiales, coches policiales, furgones...


Los furgones policiales, que a veces aparecen en gran número durante las persecuciones contra Moriarty, suelen hacer gala de una gran capacidad y resistencia, ya que suelen ir cargados con decenas de agentes de la ley, mucho más allá de su capacidad normal.


Estas persecuciones suelen recordar las persecuciones policiales de las películas de humor mudas, con agentes cayendo de los vehículos, lanzándose al vacío, y haciendo piruetas magistrales en sus intentos de capturar al genio del crimen. Y entre todos ellos, Lestrade se lleva la palma.


Aunque Moriarty y sus secuaces suelen usar otros medios de locomoción (y en lo que a transporte terrestre se refiere, principalmente hacen uso de locomóviles adaptados), en ocasiones se los ve utilizando algún automóvil, ya sea un coche de bomberos, un camión, o un deportivo adaptado.


AVIONES


El uso de aviones -junto a otras máquinas aéreas- tampoco pasa desapercibido en la serie. Si obviamos los inventos voladores de Moriarty, aparecen aviones en los casos de "El globo verde", "Los acantilados de Dover" y "La extraña máquina voladora".


Estos aviones son pequeñas avionetas bastante frágiles, ya que sus alas, al contrario que las máquinas aéreas del Profesor Moriarty, están hechas de tela y, por norma general, para arrancar, sus hélices necesitan de un empujoncito manual.


Estos aviones se presentan en forma de monoplanos, biplanos o triplanos; esto es, que pueden poseer uno, dos o tres grupos de alas. Además, en una ocasión ("El globo verde"), uno de los aviones que aparecen en la serie es un hidroavión, es decir, un avión capaz de amerizar en el agua.


El hecho de que aparezcan aviones en la serie viene propiciado por el hecho de que la señora Hudson, el ama de llaves de Sherlock Holmes, hubiese sido una hábil piloto tiempo atrás, casada, a su vez, con un piloto, del que enviudó.


Durante la serie, Sherlock Holmes se muestra capaz de pilotar un hidroavión, aunque exceptuando este caso, por norma general las tareas de pilotaje recaen sobre personajes secundarios.


Sea como fuere, en los casos de "Los acantilados de Dover" y "La extraña máquina voladora", se nos regala la vista con fantásticas peleas aéreas entre los aviones -la mayoría de los cuales previamente han sufrido algún tipo de sabotaje por parte de los fieles seguidores del Profesor Moriarty, Todd y Smiley-, y alguna de las fantásticas invenciones aéreas del villano por excelencia de la serie.


Hay que añadir que, aparte de mostrársenos estas máquinas voladoras, también vemos aparecer una parte de la vida de los aeródromos donde estos reposan, con sus hangares, equipos de mantenimiento y pilotos.


BARCOS DE VAPOR


A lo largo de la serie, tanto por río como por mar, aparecen grandes barcos de vapor, que transportan mercancías y pasajeros, que, ha menudo, también poseen grandes mástiles, ya que en alta mar su principal propulsión, si las condiciones son favorables, son las velas. Frecuentemente, estos buques, serán el objetivo de los planes del Profesor Moriarty.


Dentro de la categoría de barcos de vapor, también se incluyen pequeñas lanchas, barcazas y remolcadores de vapor, algunos de ellos modificados hábilmente por el profesor Moriarty, ya sea otorgándoles brazos mecánicos extensibles, ya sea como vehículos anfibios (ver: Locomóvil anfibio).


Las persecuciones fluviales, muchas de ellas en el río Támesis, son frecuentes en la serie: así, no será raro ver diversas embarcaciones a la carrera; por un lado Moriarty y sus secuaces, por otro lado Sherlock Holmes y Watson, y por otro, la policía de Scotland Yard.


CÁMARA CAMUFLADA (PROFESOR MORIARTY)

Aparece en el caso de "El rapto de la señora Hudson". Es una cámara fotográfica camuflada en el interior de una falsa chimenea, de modo que permite hacer fotografías desde un tejado sin levantar sospechas.


CAPA AEROSTÁTICA (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en el caso de "El vuelo del dirigible". Ingenioso invento del Profesor Moriarty que es un pequeño globo aerostático incorporado a su capa, que hincha mediante unos pedales que introducen gas en su interior. Puede dirigirlo mediante un ingenioso propulsor de gas accionado con dos palancas manuales, lo que le permite volar distancias considerable durante cortos períodos de tiempo controlando su trayectoria.


CARRO ANFIBIO (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en el caso de "Las langostas de coral". Es un carro de transporte de mercancías común al que se le han aplicado unos enormes flotadores capaces de mantener a flote un carro con toda su carga. Estos flotadores permanecen camuflados hasta que, mediante unos pedales hidráulicos, se hinchan unos enormes globos de gas ocultos.


CARROMATOS


A lo largo de la serie toda aparecen diversos automóviles, pero queda patente que el vehículo terrestre por excelencia aún son los carromatos de todo tipo, apareciendo carros, carromatos, diligencias e incluso vehículos blindados tirados por caballos, encargados de transportar mercancías valiosas.


Aunque evidentemente los carromatos no son vehículos propiamente mecánicos, y por lo tanto están alejados de lo que llamaríamos tecnología steampunk, le dan a la serie ese aire victoriano tan clásico donde quedan patentes las diferencias entre el mundo moderno e industrializado, y el mundo antiguo, donde los vehículos aún van tirados por animales.


Carros de dos o cuatro ruedas, en el campo o la ciudad, la aparición de estos vehículos es constante, aunque secundaria en muchos casos, como simple parte de la ambientación y los decorados.


Fuere como fuere, el Profesor Moriarty hará uso frecuente de distintos carromatos y carruajes para llevar a cabo sus diversos planes criminales, lo que propiciará carreras, persecuciones y desastres continuos.


COCHE EXCAVADOR (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en "La espada del cruzado". El automóvil excavador de Moriarty es una máquina portentosa capaz de excavar en pocos minutos un gran túnel en el suelo, y posee una gran maniobrabilidad. Para ello se vale de sus ruedas delanteras, que se alargan sobre sus ejes, sacando unas terribles cuchillas de sus ruedas que le sirven para excavar la tierra.


DINAMO INDUSTRIAL (PROFESOR MORIARTY)

Se trata de una gran dinamo industrial utilizada por el Profesor Moriarty para proporcionarle energía eléctrica. Funciona mediante dos mecanismos diferenciados, una gran rueda en cuyo interior puede meterse un individuo, y a fuerza de correr activar la máquina, y a través de un esqueleto metálico a pedales (cual si de una bicicleta se tratase).


DIRIGIBLES


En no pocas ocasiones, en los casos de Sherlock Holmes, aparecen dirigibles, ya sean como parte de los maléficos planes del Profesor Moriarty, ya sea como medio de locomoción de nuestros héroes, ya sea como parte del caso mismo ("El vuelo del dirigible").


Un dirigible es, por definición, una nave aerostática dirigida, al contrario que los globos aerostáticos, que no se pueden dirigir, al menos horizontalmente. Entre estas naves aéreas, hay algunas verdaderamente grandiosas, que pueden llevar en su interior a gran cantidad de pasajeros (como es el caso de los conocidos zeppelines).


Algunos dirigibles hacen uso de hélices a pedales, y otros lo hacen con hélices de motor, utilizando velas y timones para controlar la dirección de la nave.


Durante un tiempo su uso fue más generalizado que el de los aviones, ya que fueron las primeras aeronaves capaces de ser controladas en un vuelo largo, pero fueron desapareciendo a medida que las capacidades de los aeroplanos fueron superándolos.


Éstas naves aéreas fueron asimiladas rápidamente por el género steampunk, y forman parte de una buena cantidad de novelas de aventuras y ciencia-ficción desde finales del siglo XIX. No es de extrañar, pues, que aparezcan en esta serie.


ESTATUA MECÁNICA


Aparece en el caso de "Las monedas desaparecidas". Es una estatua mecánica de oro propiedad del señor Gillmore, un rico y avaricioso industrial. En realidad es una enorme hucha capaz de contar las monedas que han sido arrojadas en su interior. Cuando se introduce una moneda en la ranura que tiene en la parte superior de su cabeza, una serie de mecanismos activan la estatua, de manera que parte de ésta entra en movimiento.


GAFAS PROTECTORAS o GOGGLES


Las gafas protectoras ("goggles" en su término anglosajón), son usadas principalmente para proteger los ojos contra objetos, insectos, polvo, agua u otras molestias. En la serie son utilizadas frecuentemente por los pilotos de aviones o coches descapotables.


GAFAS PERISCÓPICAS (PROFESOR MORIARTY)

Aparece en "El vagón de los lingotes de oro". Extrañas gafas diseñadas por el Profesor Moriarty para poder observar oculto, resguardado en el interior de una chimenea, que funcionan como si de un periscopio se tratase.


GLOBOS AEROSTÁTICOS


En algunos episodios de "Sherlock Holmes" aparecen globos aerostáticos, como son los casos de "La estatua robada", "Las langostas de coral" y "La campana del Big Ben", entre otros.


Al contrario que los dirigibles, los globos aerostáticos se caracterizan por ser naves aerostáticas no propulsadas que se dejan llevar por las corrientes de aire, por lo que no puede controlarse su dirección, aunque si puede controlarse su elevación.


A lo largo de la serie, el Profesor Moriarty es propenso a utilizar diversas naves aéreas, en ocasiones utilizándolas como medio de huída, cuando no como una manera más de llevar a cabo sus pérfidos planes, usándolas incluso como cebo y distracción.
 

Con su característica megalomanía, estos globos suelen llevar su sello personal, ya sea con una pequeña efigie adornando la tela del globo, ya sea el globo mismo el que toma el aspecto de su misma efigie.


GRAMÓFONOS


Aparatos de reproducción de sonido a través de discos planos con un característico altavoz en forma de embudo. En el caso de "La campana del Big Ben", mediante el uso de un pequeño altavoz y varios megáfonos conectados al mismo, es utilizado como cebo para atraer al Profesor Moriarty a una trampa.


LANCHA MOTORA

Aparece en el caso de "Las cuatro firmas", y es uno de los pocos vehículos acuáticos motorizados que aparentemente no funciona a vapor, sino con un motor de combustible diesel.


LOCOMÓVILES


Los locomóviles son grandes locomotoras de vapor diseñadas para desplazarse sin raíles, por caminos y carreteras, equipadas con grandes ruedas de tractor, que antiguamente eran metálicas y poseían diferentes diseños para mejorar su agarre en la tierra. Estas máquinas eran usadas para transportar maquinaria muy pesada, o frecuentemente eran utilizadas para recuperar trenes descarrilados.


LOCOMÓVIL ACORAZADO (PROFESOR MORIARTY)


El vehículo terrestre más poderoso diseñado por el Profesor Moriarty, tiene la devastadora fuerza de una locomotora, y unas poderosas ruedas preparadas para agarrar y aplastar, con la fuerza de un verdadero tanque.


Cuando es utilizado, podemos ver que es capaz de destrozar y aplastar árboles sin ningún problema, lo mismo que algunas paredes y muros. Aparte de este locomóvil, en la serie aparecerán muchos otros modificados por el genio del crimen.


LOCOMÓVIL ANFIBIO (PROFESOR MORIARTY)


A lo largo de la serie, Moriarty aparece con distintos modelos de locomóviles, cada uno con un diseño y unas funciones particulares. El locomóvil anfibio del Profesor Moriarty ha sido diseñado de manera que también es capaz de funcionar como un pequeño barco de vapor de gran potencia.


Como en muchas de sus invenciones, este transporte anfibio está dotado de unas pinzas extensibles con las que puede agarrar o triturar objetos. Sus enormes ruedas tractoras, a su vez, actúan como poderosos remos.


LOCOMÓVIL TREPADOR (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en el caso de "La campana del Big Ben". Es un extraño locomóvil creado por el Profesor Moriarty capaz de trepar las paredes del Big Ben mediante unas poderosas ventosas adheridas a sus ruedas.


MÁQUINA VOLADORA DEL PROFESOR MORIARTY I (PROFESOR MORIARTY)


La máquina voladora por excelencia de esta serie de animación y, sin duda, su ingenio mecánico más emblemático. Aparece en diversos episodios de la serie, siendo, sin duda, el aparato aéreo más visto durante toda la saga. Su primera aparición es en el caso de "La esmeralda azul".


Es extraño aparato aéreo relativamente blindado -al contrario que los aviones que aparecen en la serie- y muy maniobrable, que guarda cierta semejanza con un gran pteranodón de un vistoso color rosa. Capaz de transportar sin problemas a tres individuos (y de arrastrar a muchos más con ellos), está equipado con una gran hélice que le otorga una enorme velocidad.


Aunque es destruida en alguna ocasión, el Profesor Moriarty no dudará en reconstruirla, usándola en posteriores ocasiones. Sin duda será el prototipo original para las otras máquinas voladoras, obra de este genio del crimen, que aparecerán más tarde en otros episodios de la serie.


A modo de anécdota, decir que en el interior de su boca se esconden un par de megáfonos distorsionadores de la voz, con los que se puede imitar el grito de un terrible reptil prehistórico, con los que inicialmente Moriarty y sus esbirros provocan el pánico de los ciudadanos londinenses.


MÁQUINA VOLADORA DEL PROFESOR MORIARTY II (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en el caso de "El caballo de la reina". Es una extraña máquina voladora que triple hélice que guarda cierta semejanza con una mosca, aunque provista sólo de cuatro patas acabadas en pinza, diseñada para poder capturar y transportar un caballo en vuelo.


Al contrario que el resto de sus máquinas voladoras, este ingenio mecánico es capaz de permanecer detenido en el aire de forma estacionaria, al modo de un autogiro o girocóptero, lo que le hace más versátil para ciertas operaciones.


Del mismo modo que el resto de sus máquinas voladoras, es capaz de transportar sin problemas a tres pasajeros y, presuntamente, el caballo que pretendía capturar.


MÁQUINA VOLADORA DEL PROFESOR MORIARTY III (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en el caso de "La maravillosa máquina voladora". Es una máquina voladora de doble hélice que tiene el aspecto de un gran cuervo negro. Moriarty, haciéndose pasar por un misterioso piloto llamado "Águila Negra", lo empleará para ganar el "Campeonato mundial de vuelo" que se celebra en Ámsterdam.


Posiblemente la mayor máquina voladora de Moriarty, y la más mortífera y potente de todas. Su par de hélices poseen tal fuerza y resistencia que con ellas puede devastar la en pleno vuelo la estructura o esqueleto de los aviones competidores que participan en el campeonato, sin sufrir, aparentemente, consecuencias. Del mismo modo, posee un par de sierras desplegables en los extremos de sus alas, un par de pinzas extensibles con unas poderosas cuchillas y una ametralladora en el interior de su pico.


Será su misma potencia lo que acabará destruyendo esta poderosa máquina, al llevar un motor inadecuado, un Saboya-Marquetti, para una aeronave de esas características, lo que acabará quemando el motor.


MÁQUINA VOLADORA DEL PROFESOR MORIARTY IV (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en el caso de "El papagayo parlanchín". Es una máquina aérea de una sola hélice con forma de dragón que es capaz de lanzar grandes llamas de fuego. Posee una gran maniobralidad.


MONÓCULOS

Uno de los objetos típicos del siglo XIX, y uno de los objetos que caracterizan al Profesor Moriarty. Los monóculos son pequeñas lentes correctivas que en algunos casos sustituían a las gafas, aunque evidentemente únicamente eran utilizados para un solo ojo.


PERFODADORA (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en los casos de "Las monedas desaparecidas" y "La colección de relojes". Se trata de una máquina que se acciona manualmente, de modo que unas enormes púas metálicas semejantes a lanzas van desgastando y agujereando el terreno a modo de túnel.


PLATAFORMA EXTENSIBLE (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en el caso "La campana del Big Ben". Se trata de una ingeniosa plataforma extensible accionada manualmente por Todd y Smiley, los esbirros del Profesor Moriarty, capaz de soportar enormes cargas, preparada para robar la campana más emblemática de Londres.


PRISMÁTICOS

Utilizados frecuentemente por el Profesor Moriarty y sus secuaces para observar a Sherlock Holmes o a sus objetivos potenciales, los prismáticos, lo mismo que los catalejos, sirven para observar a larga distancia, aunque debido a que son lentes binoculares, consiguen un efecto de estereoscopía que permite calcular mejor las distancias.


RELOJES DE BOLSILLO

Uno de los objetos más característicos del siglo XIX, el reloj de bolsillo, no podía faltar en esta peculiar serie de animación, mostrándose a veces con gran detalle.


SUBMARINOS


Aparece en el caso de "El tesoro sumergido". Esta maravillosa máquina marina es el primer prototipo diseñado secretamente por la Marina de Guerra. Capaz de navegar debajo del agua y dotado con dos brazos extensibles con unas útiles pinzas para recoger muestras y objetos del fondo marino, es robada por Moriarty y sus secuaces, que se hacen pasar por cocineros.


Aunque pequeño y apto para pocos pasajeros, la nave es funcional y sufre posteriormente sufre algunas modificaciones realizadas por Moriarty, mediante distintas piezas robadas en pequeños talleres alrededor del Támesis, dotándolo también de torpedos.


TOPO MECÁNICO (PROFESOR MORIARTY)


Aparece en "La estatua de Moriarty". Es una poderosa máquina taladradora móvil empleada por el Profesor Moriarty para robar todo el oro de un banco mediante la perforación del subsuelo londinense. Tiene características anfibias, ya que puede moverse bajo las aguas, y dos poderosos brazos mecánicos que pueden ocultarse en la nave.


TORPEDOS

Terribles armas acuáticas explosivas accionadas mediante hélices. Aparecen en el caso de "El tesoro sumergido", y llega a ser usado como vehículo improvisado por Sherlock Homes y el Doctor Watson.


TRAJES DE BUZO


En los casos de "El tesoro sumergido" o "La estatua de Moriarty", podemos observar algunos trajes de buzo (el primero de ellos para grandes profundidades), de características aparatosas e incómodas, tal y como eran los antiguos trajes de buceo.


TRENES


A lo largo de la serie aparecen trenes accionados por locomotoras de vapor que llevan pasajeros y mercancías de un lugar a otro, dando lugar a capítulos tan disparatados como "El vagón de los lingotes de oro".


Entre paisajes urbanos y campiñas, las locomotoras, con sus chimeneas humeantes, dan uno de los toques más emblemáticos de la era del vapor, ya que en su momento eran los vehículos terrestres de mayor potencia y, en gran medida, eran considerados los conductores del progreso al mejorar las comunicaciones a largas distancias del país.


Así, no es de extrañar que en esta emblemática serie, las persecuciones de trenes y vehículos varios, sean frecuentes, así como que este sea el vehículo de locomoción empleado en ocasiones por Holmes para acceder a las zonas foráneas de Londres.


VELEROS


La aparición de veleros, ya desde el primer capítulo de la serie, donde aparece un enorme velero pirata, tanto por río como por mar, son frecuentes. Éstos, por norma general, se nos mostrarán como el principal medio de transporte marino de pasajeros y grandes mercancías.


Aunque a menudo se ven veleros circulando por el Támesis, curiosamente, tal y como han sido diseñados los puentes en la serie, no permitirían el paso de esos mismos veleros, dada la altura de sus mástiles, a no ser que todos ellos, o parte de ellos, fuesen puentes levadizos.


Algunos de los veleros poseen pequeñas palas accionadas a vapor, semejantes a las utilizadas por los barcos de vapor, pero debido al uso principal de las velas, son considerados como tales.


VELOCÍPEDOS


Aunque no aparecen frecuentemente en la serie, los velocípedos, extraños vehículos a pedales precursores de la bicicleta, hacen alguna rara aparición, ya sea a manos del mismo Profesor Moriarty o de Sherlock Holmes y el Doctor Watson, apareciendo en los casos de "El rapto de la señora Hudson" y "Los acantilados de Dover".



GUÍA DE EPISODIOS

La serie de "Sherlock Holmes" consta de una única temporada de 26 episodios, de los cuales seis de ellos -concretamente los capítulos 3, 4, 5, 9, 10 y 11- fueron dirigidos íntegramente por Hayao Miyazaki, antes que el resto de episodios de la serie, a pesar de que más tarde serían mezclados con el resto. Aunque en los créditos de todos los episodios consta él como director, el resto de capítulos fueron dirigidos por Kyosuke Mikuriya. Cada capítulo es independiente uno de otro, y hacen referencia a distintos casos de Sherlock Holmes y su colega y amigo el Doctor Watson. Algunos de estos episodios, tienen una calidad indiscutible.

Temporada/Episodio: 1x01.
El caso de: "Las cuatro firmas".
Título original: "Kare ga uwasa no meitantei" (彼がうわさの名探偵).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: En este capítulo inicial, Holmes conoce a Watson mientras realiza un viaje en barco. El navío empieza a ser perseguido por unos piratas que quieren recuperar unas joyas en posesión de un pasajero que era socio de ellos en el pasado. Holmes y Watson consiguen engañar a los piratas para que les persigan a ellos en una pequeña barca. Finalmente consiguen llevarlos a una zona de arrecifes, donde los barcos de la marina se encargan de ellos.


Temporada/Episodio: 1x02.
El caso de: "La corona de Mazzarino".
Título original: "Aku no Tensai meriādi kyūshu" (悪の天才モリアーティ教授).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: El profesor Moriarty prepara un plan para robar la Corona de Mazzarino de una gran mansión, de tal forma que las sospechas del robo recaigan en el hijo del dueño de la casa. Holmes llega a la conclusión de que han escondido la joya en los alrededores de la casa para poder ir a recuperarla más tarde, y se quedan a esperar la llegada de Moriarty y sus dos secuaces. Tras una persecución en barco, consiguen recuperarla, pero los ladrones escapan. De esta forma, el hijo del dueño es liberado de toda sospecha.


Temporada/Episodio: 1x03.
El caso de: "La pequeña cliente".
Título original: "Chiisana Māsa no daijiken!?" (悪の天才モリアーティ教授).
Director: Hayao Miyazaki.
Resumen: Moriarty secuestra a un ingeniero para que le construya una gran máquina para falsificar monedas. Gracias a una carta en clave que manda a su hija pequeña, Holmes consigue encontrar el lugar donde está preso, y rescatarle, a la vez que desbarata, junto a Lestrade, los planes de su archienemigo.


Temporada/Episodio: 1x04.
El caso de: "El rapto de la señora Hudson". 
Título original: "Misesu Hadoson hitojichi jiten" (ミセス・ハドソン人質事件).
Director: Hayao Miyazaki.
Resumen: Moriarty secuestra a la señora Hudson para obligar a Holmes a cometer un robo si quiere recuperarla. Ella, mientras permanece en la guarida de los delincuentes, sigue realizando sus labores domésticas, hasta el punto de que la arregla por completo. Holmes idea un plan para evitar robar un cuadro famoso (la pieza que quería Moriarty), y con ayuda de la policía, rescata a la señora Hudson.


Temporada/Episodio: 1x05.
El caso de: "La esmeralda azul".
Título original: "Aoi kōgyoku" (青い紅玉).
Director: Hayao Miyazaki.
Resumen: Moriarty roba una joya muy valiosa mientras sus esbirros distraen a todo el mundo volando muy cerca del suelo con un artefacto en forma de un gigantesco reptil volador. Sin embargo, al salir, una niña llamada Polly que vive sola y ejerce de carterista se lo roba. Cuando Moriarty descubre el hecho, empieza a perseguirla, y ella conoce a Holmes y Watson, que han sido contratados para recuperar la joya. Ellos la protegen del genio del crimen, y finalmente la chica les devuelve la joya a sus dueños, quedándose con la recompensa ofrecida por haberla salvado de los ladrones, y pudiendo así vivir con tranquilidad sin tener que seguir robando.


Temporada/Episodio: 1x06.
El caso de: "El globo verde".
Título original: "Midori no fūsen no nazo o toke!" (緑の風船の謎をとけ!).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Un globo llega flotando hasta la casa de Holmes, con un mensaje de auxilio. Por los vientos y el tiempo que tarda en deshincharse, él deduce que la procedencia es una pequeña isla lejos de la costa. Al llegar allí, descubre que unos contrabandistas, liderados por Moriarty, han encerrado al trabajador del faro (único edificio en el islote), y mantienen presos a su esposa e hijo (el cual había mandado el globo). Pretenden apagar el faro al paso de un gran barco mercante, para que se estrelle en los arrecifes cercanos y así poder robar su contenido. Holmes, Watson y Lestrade consiguen frustrar su intento, gracias a los conocimientos de química del hijo del farero.


Temporada/Episodio: 1x07.
El caso de: "La estatua robada".
Título original: "Daitsuiseki!Chibikko tanteidan" (大追跡!ちびっこ探偵団).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Moriarty roba una importante estatua de oro que coronaba una torre. Decide esconderla en viejo barco abandonado a orillas del Támesis, para ir a recuperarla cuando la investigación policial cese. Sin embargo, la intervención de Holmes, Watson, y un grupo de niños que suelen jugar cerca de dicho barco, provoca que Moriarty pierda su botín y la estatua sea recuperada. A cambio de su ayuda, los niños obtienen el motor del coche de Holmes para poder irse de aventuras en un pequeño y destartalado barco que tienen.


Temporada/Episodio: 1x08.
El caso de: "La rica heredera".
Título original: "Madara no himo" (まだらのひも).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Miss Ellen regresa desde América a la casa donde vivió de pequeña, a la espera de que su prometido regrese también. En la casa encuentra a su primo Roylott y dos criados, que no son otros que Moriarty y sus secuaces disfrazados (el verdadero primo ya no vivía en aquella casa, pues murió hacía años), que quieren encargarse de ella para robar la colección de fósiles que hay en el sótano, venderlos a un museo, y ganar mucho dinero. Moriarty esconde las cartas que llegan del prometido desde Nueva York, y éste, al ver que Ellen no le responde, contrata a Holmes desde América para investigar. Una vez en la casa, él y Watson descubren el plan de Moriarty, y consiguen obligarle a escapar sin conseguir lo que quería.


Temporada/Episodio: 1x09.
El caso de: "El tesoro sumergido".
Título original: "Kaitei no saihō" (海底の財宝).
Director: Hayao Miyazaki.
Resumen: Un avaricioso capitán de navío descubre el lugar donde se encuentra hundido un barco con un gran tesoro. Moriarty consigue construir un pequeño submarino para poder hundir su barco, y así poder, una vez éste esté en el fondo del mar, coger el tesoro de nuevo para sí. Gracias a la intervención de Holmes y Watson, evitan que Moriarty se lo lleve, pero el tesoro regresa al fondo del mar, para desgracia de su descubridor original.


Temporada/Episodio: 1x10.
El caso de: "Los acantilados de Dover".
Título original: "Dōbā Kaikyō no daiuchūsen" (ドーバー海峡の大空中戦).
Director: Hayao Miyazaki.
Resumen: Los aviones de correo aéreo entre Londres y París están siendo saboteados por Moriarty para que la empresa se arruine, y obtener él beneficios con la venta de sellos para coleccionistas.Cuando uno de ellos se estrella cerca de la casa de Holmes, el piloto resulta conocer a la señora Hudson, cuyo difunto marido era, como ella, piloto. Examinando los restos del avión llegan a la conclusión del sabotaje, y se dirigen al aeropuerto, donde descubren los planes de Moriarty. Éste les atrapa y no pueden advertir a tiempo al piloto del siguiente vuelo de que su avión va cargado de explosivo. Cuando consiguen escapar, se produce una persecución por tierra y aire para conseguir salvar al piloto y al correo que lleva, con la inestimable ayuda de la señora Hudson.


Temporada/Episodio: 1x11.
El caso de: "Las monedas desaparecidas".
Título original: "Nerawareta kyodai chokindako" (ねらわれた巨大貯金箱).
Director: Hayao Miyazaki.
Resumen: El señor Gillmore, un industrial millonario y avaricioso posee una gran hucha dorada (una estatua con su aspecto) en la que guarda parte de su fortuna. Encarga a Holmes la búsqueda del culpable de la desaparición de 30 monedas. (Cantidad despreciable frente a las 340.000 que dice tener, lo cual demuestra su avaricia) La ciudad donde viven los trabajadores de Gillmore está en penosas condiciones, y el hijo de éste, Michael, ha estado robando monedas para ayudar a los huérfanos de allí. Holmes descubre pronto la situación, pero advierte que además, Moriarty está planeando robar la hucha haciendo un túnel por debajo. Cuando finalmente éste lleva a cabo el robo, Holmes y Michael le persiguen en su coche para recuperar la hucha, que finalmente se hace añicos al chocar contra una roca, y lanza todo su contenido al río.


Temporada/Episodio: 1x12.
El caso de: "La colección de relojes".
Título original: "Kyōju arashi no daishippai" (教授嵐の大失敗!!).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Moriarty pretende robar un carruaje que transporta oro de un banco a otro. Para evitarlo, la hija del dueño del banco, cuyo padre va a ir en el transporte, contrata a Holmes y Watson para seguirle y evitar que nada malo le ocurra a su padre. La noche se presenta tormentosa, y tienen que conducir por un desfiladero. Gracias a la ayuda de Holmes, y a la mala suerte del profesor, los intentos de este último son frustrados en todas las ocasiones.


Temporada/Episodio: 1x13.
El caso de: "El vagón de los lingotes de oro".
Título original: "Kasha ga kieta!?Kyōju no daimajutsu" (貨車が消えた!?教授の大魔術).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Moriarty se las apaña para robar un vagón entero de tren mientras éste está en marcha para quedarse con el oro que transporta. Holmes, que iba en el tren, se percata de lo que ha hecho el villano, y descubre dónde había escondido en cargamento. Cuando consigue robarle de nuevo el vagón a él, Moriarty le persigue, pero sólo al final, cuando el genio del crimen recupera el vagón, se da cuenta de que le han dado el cambiazo a él, y que el verdadero vagón de oro ya está en manos de la policía. Moriarty, junto al falso vagón, lleno de maíz, se estrella contra una fundición, lo cual convierte todo el maíz en palomitas de golpe, lanzándole por los aires.


Temporada/Episodio: 1x14.
El caso de: "Las langostas de coral".
Título original: "Chinmi!Sango no Robusutā" (珍味!さんごのロブスター).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Moriarty roba unas langostas hechas de coral con joyas incrustadas, y para despistar los controles de la policía, las camufla entre un cargamento de langostas de verdad. Holmes descubre el plan, y cuando Moriarty va a recuperarlas él ya esta esperando. Tras una larga persecución en la que también participa Lestrade y su brigada, consiguen recuperar las langostas.


Temporada/Episodio: 1x15.
El caso de: "La estatua de Moriarty".
Título original: "Mitaka!! Pika pika no dai dorobō" (見たか!!ピカピカの大どろぼう).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Una gran cantidad de lingotes de oro desaparecen del banco, y la policía no consigue averiguar cómo se ha hecho el robo. Holmes relaciona el robo del oro con la desaparición de un escultor y su hijo, y decide investigar. Descubre que el oro fue sacado a través de un túnel subterráneo hasta la caja fuerte, y sigue la pista de la máquina con que se hizo el túnel. De esta forma, llegan a un almacén donde Moriarty donde Moriarty está obligando al escultor a hacerle una estatua de sí mismo con el oro, usando a su hijo como rehén. Holmes y Watson entran en acción, y liberan al niño, tras lo que se inicia una pelea entre ambos bandos, y Moriarty intenta huir con su aparato volador arrastrando la estatua, que ya estaba completa. Lestrade consigue atrapar la estatua antes de que despegue del suelo, y consigue que la cuerda con que tiran de ella se rompa, frustrando de nuevo los planes del ladrón.


Temporada/Episodio: 1x16.
El caso de: "La espada del cruzado".
Título original: "Majō!! Hōmuzu nama ka shi ka?" (魔城!!ホームズ生か死か?).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Se dice que la espada que guarda la familia Wizard esconde un tesoro. Moriarty deduce que es una inscripción, y le hace una foto, que luego sale velada. Al enterarse del suceso, Holmes llega a la misma conclusión, y descifra el mapa para llegar hasta el tesoro, hacia el que se dirige: Moriarty decide seguirle. Una vez encuentran la entrada al subterráneo donde está guardado el tesoro, deben sortear muchas trampas, en lo que el nieto del señor Wizard, Willy, les ayudará. Finalmente Moriarty alcanza antes el final del camino con su máquina excavadora, pero al ver que era una Biblia, la tira al suelo y se marcha. En realidad ésta era la pieza que faltaba en un muro, para activar un mecanismo y acceder a otra Biblia, esta forrada de oro y joyas, el verdadero tesoro, como Holmes, Watson y Willy descubren al poco.


Temporada/Episodio: 1x17.
El caso de: "El monstruo del Támesis".
Título original: "Temuzu gawa no kaibutsu" (テムズ川の怪物).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Un monstruo marino está hundiendo barcos en el río Támesis, y en una de sus actuaciones, un joven músico desaparece. La prometida de él, acude a Holmes para pedirle que le ayude a encontrarlo. Una vez que descubren unas vías de tren en el lecho del río, deducen que el monstruo es un ingenio mecánico de Moriarty que se esconde en una cueva bajo el nivel del agua. Holmes consigue encontrar una chimenea de ventilación de la guarida y rescata al músico, que había sido hecho prisionero. Al mismo tiempo, y siguiendo el plan de Holmes, Lestrade prepara un barco lleno de explosivo para tentar a Moriarty; una vez que éste cae en la trampa, su máquina y su guarida explotan en pedazos, y debe huir de la policía como de costumbre.


Temporada/Episodio: 1x18.
El caso de: "Los tres estudiantes".
Título original: "Nezu mizuumi ni chitta doji sakusen!" (ネス湖に散ったドジ作戦!).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Moriarty secuestra a tres estudiantes de arte y los retiene en un castillo a orillas del lago Ness, para que pinten para él cuadros, que luego vende en subastas como si fueran verdaderas antigüedades. La petición de un cuarto amigo de ellos a Holmes, y la aparición de los cuadros falsos (uno de ellos con un gazapo para llamar la atención del secuestro en Escocia) llevan a Holmes a deducir el lugar donde están presos los artistas. Una vez allí, entre Holmes, Watson, Lestrade, y una pequeña legión de policías, logran recuperar el dinero estafado y los cuadros falsos, pero Moriarty escapa, no sin aparecer antes una visión fugaz del monstruo del lago Ness.


Temporada/Episodio: 1x19.
El caso de: "La piedra de Rosetta".
Título original: "Chinryū rondon tako kassen!" (漱石・ロンドン凧合戦!).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Un militar francés contrata a Moriarty para que robe la Piedra de Rosetta del museo de Londres. Para ello, se disfraza de momia y por la noche, ata la piedra a una gran cometa que se la lleva volando. Holmes descubre más tarde el truco, y tras conocer al francés, llega a la conclusión de que está detrás del robo. Consiguen detenerles en los acantilados de Dover cuando iban a coger un barco que llevaría la piedra a Francia. Hacen esto gracias a un estudiante de Japón que les habla de la tradición con las cometas que hay en su país, y que lleva a Holmes a deducir la estrategia de Moriarty.


Temporada/Episodio: 1x20.
El caso de: "El vuelo del dirigible".
Título original: "Hikōsen shirogane gō o oe!" (飛行船しろがね号を追え!).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Moriarty roba un cargamento de monedas del banco, pero dado el control policial a que Lestrade somete la ciudad, no puede sacarlas de Londres. Aprovechando la próxima inauguración de un gran dirigible, hace que Todd y Smiley escondan las monedas entre las bolsas de lastre, para luego dejarlas caer en un punto del recorrido donde Moriarty estaría esperando para recogerlas. El presidente de la compañía que hace el dirigible llama a Holmes alarmado por la desaparición de unos planos (obra de Moriarty, para conocer la forma de acceder a la máquina). Gracias a esto, Holmes estaba en el dirigible, y frustra los planes de Moriarty al evitar que sus secuaces tiren las bolsas por la borda. A la vez, Lestrade persigue a Moriarty por tierra, como de costumbre, al final del capítulo.


Temporada/Episodio: 1x21.
El caso de: "El caballo de la reina".
Título original: "Bun bun!Hae hae meka sakusen" (ブンブン!はえはえメカ作戦).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Moriarty planea robar un gran diamante, pero al llegar ante la caja fuerte donde se guarda, descubre que otro ladrón se le ha adelantado. Éste huye con la joya, y Moriarty y sus secuaces, descubiertos por los guardias, son culpados del robo, aunque consiguen escaparse. Holmes advierte que en realidad fue otra persona la que cometió el hurto. Además, había dejado una rosa roja y una tarjeta anunciando su próximo robo, lo cual trae a Holmes recuerdos de un famoso ladrón de veinte años atrás, Christopher, cuyo modus operandi era el mismo. Holmes pasa a vigilar su próximo objetivo, un valioso caballo del rey. Moriarty decide intervenir también, puesto que su honor como ladrón está en juego. Cuando el desconocido roba el caballo, Holmes y Watson le persiguen con su automóvil, mientras que la policía persigue a Moriarty, que ha robado el caballo equivocado, aunque ni él ni Lestrade lo saben hasta el final. Cuando el detective da caza al ladrón, se descubre la historia: en realidad es la hija de aquel famoso ladrón, que murió de una enfermedad, tiempo atrás, sin ser capturado. Cuando ella descubrió, por sus diarios, el pasado de su padre como ladrón, decidió terminar sus dos trabajos sin acabar (la joya y el caballo). Ahora que había terminado la labor de su padre, decide devolver ambos objetos, y promete a Holmes no volver a robar, a pesar de encontrarlo excitante.


Temporada/Episodio: 1x22.
El caso de: "La maravillosa máquina voladora".
Título original: "Hachamecha hikōki dairēsu!?" (ハチャメチャ飛行機大レース!?).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Moriarty roba un nuevo tipo de motor del taller de su inventor, y le prende fuego al lugar. El ingeniero deseaba usarlo para participar en una carrera de aviones, y dada la amistad de éste con el difunto esposo de la señora Hudson, Holmes se ofrece a buscar al ladrón, pues ya había deducido que se trataba de Moriarty, y que quería participar en la misma carrera. Una vez allí, el ingeniero participa en la carrera con otro motor menos potente que había hecho y la señora Hudson, pilotando otro avión. Moriarty hace su aparición en un nuevo ingenio volador (el cuervo), en el que había colocado el motor robado. Además, sabotea o estropea en vuelo los demás aviones, así que al final quedan sólo él y los dos aviones de los protagonistas. Tras una pequeña batalla sobre el avión del profesor, el motor de éste prende fuego y debe abandonar la carrera. Sólo el ingeniero (acompañado por Holmes) y la señora Hudson (acompañada por Watson), llegan a meta.


Temporada/Episodio: 1x23.
El caso de: "El papagayo parlanchín".
Título original: "Chie kurabe!Ōmu tai kyōju" (知恵くらべ!オウム対教授).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: El gran secreto del depuesto majarajá de la India es guardado por un loro, pero sólo lo revelará cuando oiga las palabras adecuadas, que sólo conoce un anciano fakir. Como supone que el secreto es la situación de un gran tesoro en joyas, Moriarty roba el pájaro y secuestra al fakir. Cuando Holmes se entera de esto, prepara una trampa para el profesor: le hace creer que el fakir que secuestró no es el verdadero, y organizan una fiesta oficial donde iba a estar el verdadero, que en realidad no era otro que Lestrade disfrazado. Cuando efectúa el secuestro del falso fakir, Holmes y Watson le siguen, por lo que encuentran la situación del loro y el anciano, y Moriarty se ve obligado a huir de nuevo.


Temporada/Episodio: 1x24.
El caso de: "La campana del Big Ben".
Título original: "Kike!Meriādi sanka" (聞け!モリアーティ賛歌).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: El príncipe árabe Hassan encarga a un magnate el robo de la campana del Big Ben, que a su vez contrata a Moriarty para ello. El profesor prepara una máquina elevadora para tomar la campana, y consigue robarla sin que nadie lo advierta. Para evitar que la opinión pública se entere, Holmes manda colocar un gramófono con el sonido de la campana para que dé la hora con normalidad. Ante semejante ultraje, Moriarty, que quiere que todo el mundo sepa de su proeza, decide cambiar el disco por otro con una canción que canta él, cosa que consigue. Sin embargo, a la vez, Holmes, siguiendo pistas dejadas por el ladrón al llevarse la campana le permiten llegar hasta donde está escondida, justo cuando el príncipe (que la quería para su nuevo palacio) llega a por la campana. Esto permite la captura tanto de éste como del magnate, pero Moriarty escapa, como de costumbre.


Temporada/Episodio: 1x25.
El caso de: "La muñeca francesa".
Título original: "Daikonran! Ningyō surikae jiken" (大混乱!人形すりかえ事件).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Moriarty prepara un plan infalible para robar un gran diamante de una joyería, y esconderlo en una muñeca, que temporalmente se quedaría una niña que estaba jugando en el parque, sin saber la joya que lleva. Cuando Todd tiene que recuperar la muñeca, se lleva una equivocada, y Moriarty se ve obligado a buscar a la niña para recuperar la joya. Entonces, los secuaces de Moriarty, que están buscando a la niña, se cruzan con Holmes, y se inicia una persecución en la que ellos se en forzados a huir. Cuando la niña, con su forzuda ama de cría embarcan rumbo a Francia, Holmes, Watson y Moriarty van con ellas para recuperar la muñeca. Moriarty, cercado por la policía, se apropia del barco de Lestrade cuando ya no ve escapatoria, y joya y muñeca son devueltas a sus respectivos dueños.


Temporada/Episodio: 1x26.
El caso de: "La novia desaparecida".
Título original: "Sayonara Hōmuzu! Saigo no jiken" (さよならホームズ!最後の事件).
Director: Kyosuke Mikuriya.
Resumen: Justo antes de su boda, la señorita Elizabeth y su padre Lord Radcliff desparecen. El padre del novio recurre a Holmes, el cual descubre la forma en que unos secuestradores se los llevaron. Siguiendo por el túnel bajo la iglesia, encuentran atado a Lord Radcliff, el cual les habla del príncipe Avagen, que ha secuestrado a su hija para quedarse con ella. Holmes, que ha deducido también la presencia de Moriarty en este enredo, averigua dónde se hospedaba el príncipe de la India, y que dejó el hotel para coger un barco rumbo a su país. Holmes avisa a la policía para que vigile el barco, pero antes de partir de su casa, la dama de compañía de Elizabeth les cuenta que en realidad la chica y el príncipe están secretamente enamorados, y que la boda que fue interrumpida en realidad había sido acordada por motivos monetarios, entre los padres de los novios. Por este motivo, Holmes ayuda a los enamorados a escapar de Moriarty (que los había retenido hasta que le dieran una gran joya que la chica había heredado), y a marcharse rumbo a la India, donde podrán vivir juntos.



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