sábado, 18 de enero de 2014

PRIMERAS VECES...


Ayer fue un día muy especial. Fue el primer día que, paseando por l’Estany de Banyoles, vi en pato mandarín en estado salvaje. ¡Qué ave más bella! Mucho más pequeño que un ánade real, me sorprendió por la belleza de sus plumas, por la serenidad de su mirada, por su pico rojizo, por su porte tan sencillo y a la vez tan elegante… Parecía una señal, una pequeña maravilla sobre el reflejo de las aguas…

Ayer fue un día muy especial, porque fue un día de varias "primera vez". Helado de vainilla y sirope de chocolate o limón de tus labios, miel de tu cuerpo, un pato colorado, una puesta de sol escondiéndose tras las montañas, palabras y miradas, y la sensación de empezar de nuevo…

Fue la primera vez de muchas primeras veces. Puede que algunos digan que nada sea eterno, pero hay momentos que se sostienen por sí solos en la eternidad del tiempo.

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