miércoles, 4 de marzo de 2015

URBEX: BÁRBOL JARDINERÍA... O EL OASIS DE BÁRBOL

Texto y fotografías: Joan Ramon Santasusana Gallardo.
Fecha: 02 de marzo de 2015. Lugar: En algún lugar del Baix Empordà, provincia de Girona, Cataluña, España.
Total fotografías tomadas: 95. Total fotografías publicadas: 80.
Si quieres saber qué es el urbex: Urbex: exploración urbana.
Si quieres ver otros archivos urbex: Archivos urbex.


Durante años creí que este edificio de una sola planta abandonado en medio de aquel pequeño llano prácticamente desprovisto de árboles y arbustos era una enorme caseta donde se escondían platilleras para realizar tiro al plato. El caso es que, después de descubrir que este edificio era en realidad un pequeño vivero y centro de jardinería, sinceramente no sé de donde saqué esa absurda idea.

El lugar jamás me llamó excesivamente la atención, pero con la excusa de que, en la actualidad, por motivos de trabajo, paso delante de este sitio a diario y me pilla de camino, finalmente me animé a hacer una parada para visitarlo. ¡Y menuda la sorpresa que me llevé!


A medida que me iba acercando el lugar atravesando una amplia llanura recubierta de terrones de tierra, hierbas y maleza, vi que iban insinuándose unas letras, pero no fue hasta estar prácticamente encima del lugar cuando pude leer “Bárbol Jardinería”, sin duda en homenaje a Bárbol, el gran ent o pastor de árboles que aparece en “El señor de los anillos”. Y no pudo menos que caerme simpático el nombre, al descubrir como la vida vegetal prosperaba en el interior de esa edificación que antaño se ocupó de criar y vender plantas.

Efectivamente, al contrario que el exterior, donde buena parte de la vegetación estaba seca, aquí había un mundo de verdor formado por hiedra, zarzas, helechos y musgo y una gran variedad de pequeñas hierbas, todo ello en el interior del mismo edificio, y en el caso de la hiedra y las zarzas, también alrededor de él.


Habían dos partes claramente diferenciadas: lo que debió de ser la tienda de venta al público, junto a lo que debió ser también, una pequeña oficina y un profundo pozo aún repleto de agua, y los viveros propiamente dichos. Y entre todo ello, multitud de pequeños detalles formados por todo tipo de objetos abandonados: macetas a montones, botes de pintura, cajas de madera, unas botas de agua, guantes de jardinería, una vieja tabla de planchar, e innumerables conchas de caracoles agujereadas por los tordos o zorzales.

Sin duda este fue un ejemplo de cuán a menudo algunos sitios permanecen ignorados porque creemos que poco nos pueden ofrecer, para descubrir con vergüenza, cuando los visitamos después de largo tiempo, que en su interior había un pequeño tesoro, un pequeño oasis de belleza vegetal, el oasis de Bárbol.

Espero que sea un pequeño viaje de vuestro agrado.

















































































No hay comentarios:

Publicar un comentario